domingo, marzo 25, 2007

Espcial

Cuando conoces a alguien realmente especial, lo sabes de inmediato. Al menos yo lo supe, aunque la conocí de pronto y no la vi más que unas horas, se quedo en algún sitio, no sabría decir donde. Meses después volvió a aparecer muy lejos como una estrella en la tarde, que brilla tan fuerte que se ve antes de que caiga la noche, y al mirar desde lejos piensas, solo un momento, en lo hermosa que debe ser.

Las personas suelen transmitir sensaciones, cada cual las suyas propias, ya sean tranquilidad, confianza, seguridad o recelo, intranquilidad… Las personas especiales, transmiten sensaciones especiales y con ella no sabría definir la sensación que me transmitía, tampoco ahora creo que pudiese. Se que la atracción fue muy fuerte desde el primer día y se que me tranquiliza que esté cerca, que con ella me iría a cualquier parte, y se que podría contarle cualquier cosa, incluso esas que jamás he contado a nadie. Aunque es solo una parte, la que consigo poner en pie, lo demás no alcanzo a diferenciarlo.

Este despliegue de elogios puede sonar a enamoramiento, pero no estoy enamorado de ella, ya no. Lo estuve un tiempo, pero igual que hay algo que nos junta, que hace que en una noche en la que ambos nos planteásemos que no pasase nada entre nosotros, si que pase. Hay algo que me dice que no debo ir más allá, algo que nos separa y hace que no sea más que unos días, unas noches en las que no estaría mejor en ningún lugar del mundo que a su lado. Algo que hace que dude en lo que no debería dudar y que apenas toque aquello a lo que, normalmente, me aferraría con todas mis fuerzas, algo que casi siempre nos mantiene a cientos o miles de kilómetros, que tan pronto me hace sentir celos como indiferencia y no alcanzo a entender.

miércoles, marzo 21, 2007

Decepción

Hace ya tiempo, envié una solicitud, currículum y carta de motivación para participar como monitor en la Ruta Quetzal. Es algo que siempre quise hacer, algo que siempre me llamó la atención de una forma sorprendente. Cuando descubrí su existencia ya era demasiado mayor como para participar como expedicionario, así que al enterarme de que era posible participar como monitor me entusiasmó la idea y no tarde en enviar todo lo necesario para presentarme dicha convocatoria.
Ya sabía de antemano que la competencia sería enorme y si me paraba a pensar en ello no me veía muchas posibilidades de llegar a la selección final, pero siempre queda esa brizna de esperanza, esa posibilidad, ese quizás que todos encontramos en la incertidumbre. Y allí fui a plantar mis ilusiones con todo el cuidado que pude, sin atreverme a hablar de ellas por miedo a creer, pero aun así crecían con la espera.

Hasta que hoy…

Estimado aspirante:
Después de evaluar tu participación en la primera fase de selección de monitores, siento comunicarte que no has sido preseleccionado para la entrevista personal como monitor en el programa Ruta Quetzal BBVA 2007: La Huella de la Nao de la China en México”.

En nombre de Ruta Quetzal BBVA quiero agradecerte el interés mostrado, y quizás en otra ocasión podamos contar con tu colaboración.

Recibe un cordial saludo.

Talvez pueda resultar exagerando, pero esto es algo que sentía hecho a mi medida, que deseaba, que ansiaba incluso que soñaba. Y ser rechazado de esta manera en un primer descarte, resulta desalentador.

No eran más que ilusiones, pero al arrancarlas de raíz también duelen, y más aun sin conocer motivo alguno del rechazo.

Pereza

Hace meses que no escribo (o esa es la impresión que yo tengo), y no es que no haya tenido tiempo. Al principio no supe como contar las cosas, quizás por que ni yo mismo me entendía, más tarde la pereza de quien ve que algo es tan grande que ni siquiera empieza.

Sin embargo, casi siempre hay algo que contar así que pretendo empezar una vez más a escribir de forma “regular”.