sábado, junio 23, 2007

Pesadillas

Esta noche volví a tener pesadillas, llevan unos días llamando mi puerta y entrando por los huecos que deja la gente que entra. Y hasta hoy no habían tenido mucho que ver con el mudo real, no eran más que malos sueños. En cambio esta noche he tenido dos autenticas pesadillas, de esas que recuerdas al despertar o que recuerdas por que te despiertan y al volver entre sabanas siguen ahí, esperando a seguir su fatal historia por donde la dejaron.
En cualquier caso una de ellas pese a ser poco agradable, pude evitarla sin problemas un vez fui consciente de ella. Ver morir a un familiar en tus manos sin poder hacer nada no es nada divertido, pero en esta ocasión no tuve más que levantarme e ir a su habitación para ver como al contrarío que yo dormía plácidamente.
No contento con su trabajo, el dios de las pesadillas tuvo a bien buscar un tema que pudiese trastornarme más y como buen hacedor de su trabajo busco a la persona que últimamente más presente tengo y la que más pensamientos, emociones y sueños felices me hace sentir. Descubrió con agrado la distancia que nos separa s regocijó al descubrir antiguas dudas y temores respecto a ella. Así pues mezclo lo encontrado tergiversando algunas cosas, rescatando y amplificando otras, para dejarlas caer en algún lugar cerca de alguna neurona distraída que lo tomase como suyo.
Con la satisfacción del trabajo bien hecho partió hacia donde se esconde durante el día, cerca de la luna, dejándome solo, cubierto de temores y dudas, algunas de las cuales sabía que habían prendido fuerte, que estarían más cerca la próxima vez y que no podría levantarme y acallar las dudas en esta ni en muchas otras noches.